En la actualidad estamos en un proceso revolucionario permanente de numerosos avances tecnológicos a diario, en lo referente al procesamiento de datos y la capacidad de maniobra que posee la tecnología al convertir todo a un sistema binario; datos que facilita la intervención de microchips para su lectura, procesamiento y renovación tecnología por supuesto, móviles celulares, los juegos digitales, los computadores portátiles, que trabajan con grandes cantidades de información y muy sofisticados elementos de comunicación que hacen que el planeta se convierta en una vereda, las armas; son una permanente muestra del desarrollo al que hemos llegado, por supuesto hablando de la modesta tecnología que esta a nuestro alcance y que, seguramente, nada tiene que ver con lo que poseen las grandes agencias de investigación del mundo.
Los cambios experimentados a través de la historia, relacionados con las aplicaciones técnicas y sus manifestaciones tecnológicas, me siguen unas dudas sobre el desarrollo tecnológico ha afectado las relaciones humanas: enfriando el afecto, generando distancias salvadas por la tecnología y corazón trayendo como consecuencia la obnubilación por y para el ser; estas relaciones de poder actual en nada se diferencian del salvajismo de la edad de piedra, ni de la crueldad de la edad de hierro de quienes poseían ese poder metálico contra quienes no.
Si observamos con detalle como muchos pueblos hacen su transición del nomadismo a la agricultura, luego a la metalurgia, luego casi mil años de tinieblas la revolución industrial básica, en medio de actividades pacíficas, con crédito para los pueblos que desarrollaban técnicas y las convertían en tecnologías de usos diarios y corrientes.
